El 28 de marzo recordamos a varios Santos y Beatos que nos dejaron legados importantes que nos conviene conocer.

Hoy les presento:

  • los hechos más destacados en la historia del 28 de marzo, según Télam digital;
  • al rey que ayudaba a sus súbditos, mientras que perdonaba generosamente a sus enemigos;
  • al Papa que aseguró la necesidad de la gracia sobrenatural para preservarnos en el bien;
  • a los amigos seguidores de San Pablo, asesinados por negarse a adorar a los ídolos;
  • al creador de la "carta de la caridad" que son los estatutos que gobiernan a los monasterios;
  • al obispo expulsado de Alemania, que logró volver a evangelizar a Baviera y Austria;
  • al pacificador y autor de la doctrina de las 2 naturalezas, que fue linchado por su pueblo;
  • al diácono asesinado por los paganos en venganza por los cristianos que destruyeron sus ídolos;
  • al santo que 335 años después de muerto le llevó grano a su pueblo para poner fin a la hambruna;
  • a la niña de 11 años que vio a la virgen Maria y al niño Jesús, y se dedicó a las buenas obras;
  • al joven dominico que le pidió a Dios y obtuvo "sabiduría celestial" y tuvo muchas visiones;
  • a la viuda que en la revolución francesa fue guillotinada por negarse a renunciar a su fe;
  • al Rector de la Universidad de Cracovia que defendió a los más necesitados ante la iglesia.

Comencemos...



Es impresionante la cantidad de hechos históricos que podemos recordar cada día, como estos...

Un día a la vez, aprovechemos lo que tanto les ha costado a nuestros ancestros; solo así honramos sus memorias, y nos aseguramos de que sus sacrificios no hayan sido en vano.



San Guntrano. Rey de Borgoña. Nieto de Santa Clotilde, reina de Francia. Popular porque ayudaba a sus súbditos y perdonaba a sus enemigos. Durante una peste ofreció su vida a Dios para librar al pueblo. Fundó y dotó a muchas iglesias y monasterios. Murió el 28 de marzo del año 593, a los 68 años de edad.



San Sixto III. Romano de los siglos 4 y 5. Elegido Papa en el 432. Combatió la herejía pelagiana, según la cual no necesitamos de la gracia sobrenatural para perseverar en el bien. Reconcilia a los obispos de oriente, sanando la oposición entre Antioquia y Alejandría, durante el concilio de Efeso del 431. En Roma hizo restaurar y ampliar la basílica liberiana, la consagró a Maria, por lo que se la llama "Santa María la Mayor"; 1 de las 4 basílicas mayores de Roma, con espléndidos mosaicos, y varios objetos sagrados y joyas. Hizo construir muchos edificios sagrados, y diferentes lugares de culto. Se completó la construcción de Santa Sabina. Gracias a las donaciones imperiales, hace erigir la basílica de los apóstoles, y continúa los trabajos en otras iglesias. Levanta la basílica de San Lorenzo en Lucina, en el centro de Roma. Reedifica el baptisterio de San Juan de Letrano, construido por Constantino. Muere en el 440.



San Doroteo y San Castor. Amigos que nacieron por el año 250 en Tarsos, Turquía. Se dedicaban a los textiles y teñidos. Gracias a la predicación de San Pablo, formaban parte de la comunidad cristiana. Durante la persecución, se negaron a adorar a los ídolos, y fueron martirizados.



San Esteban Harding. Nació en Inglaterra a mediados del siglo 11. Recibió su educación inicial en Inglaterra, y continuó sus estudios en París y Roma. De regreso en Inglaterra, en un monasterio quedó tan impresionado de la santidad del abad Roberto, que decidió unirse a esa comunidad. Ahí practicó grandes austeridades, y fue unos de los 21 monjes que por la autoridad del arzobispo de Lyons, se retiraron para instituir una reforma en una nueva fundación. En 1099 de regreso a su monasterio, Esteban llegó a ser Prior bajo el nuevo Abad Alberico.
Al morir Alberico, Esteban fue elegido Abad. En 1112, San Bernardo con 30 compañeros se unieron a la comunidad. En 1113 Esteban fundo su primera colonia. Logró fundar 13 monasterios. Instituyó el sistema de capítulos generales, y visitas regulares para asegurar la uniformidad en todas sus fundaciones. Redactó su constitución o carta de la caridad, una colección de estatutos para el gobierno de todos los monasterios unidos, que fue aprobada por el Papa Calixto II en 1119. En 1133, enfermo y casi ciego, renunció al puesto de abad. Murió el 28 de marzo de 1134.



San Ruperto, de noble familia. Se destacaban sus virtudes naturales y morales: bondad, dulzura, rectitud, prudencia, y amor a la justicia. Sus virtudes cristianas: humildad, castidad, piedad, mortificación, y espíritu de oración. Digno de los más altos cargos eclesiásticos. Fue elegido obispo de Worms. Al ver que el paganismo e idolatría abundaban, se entregó a ayunos, mortificaciones, vigilias y penitencias. Era un oráculo para los hombres de bien. Los numerosos infieles, apoyados por el conde Bercario, lo ultrajaron, azotaron y expulsaron. 2 años anduvo errante. Visitó Roma y habló con el Papa. Teodon, duque de Baviera, lo invito a que predique en sus Estados. Ruperto se dedicó con tanto empeño, que Teodon aceptó la nueva religión, y se hizo bautizar junto a los principales de la corte, el ejército y el pueblo. San Severino había evangelizado esas provincias 200 años antes, pero poco a poco había regresado a la idolatría. San Ruperto las recuperó para Cristo, y extendió sus esfuerzos de evangelización a Austria. Estableció su sede episcopal en Salsburgo, Austria, donde transformó un castillo romano en catedral dedicada a San Pedro. Construyó el célebre monasterio de Nomberg "la montaña de las monjas" para recibir a misioneros de Baviera, su sobrina Santa Erentrudis que fue su abadesa, y otras religiosas. Falleció en el 647. Su sepulcro en Salsburgo es centro de peregrinación para Austria y Baviera, por los muchos milagros que se obran por su intercesión.



San Proterio de Alejandría. Obispo. 457. La Mesopotamia (ríos Eufrates y Tigris) era dualista, nestoriana. Egipto (río Nilo) era unitario, monofisita. Alejandría protestaba contra Constantinopla. Dioscoro, el vencido de Calcedonia caminaba al desierto. El fermento unitario, amasado en las agua del rio sagrado, hervía en los egipcios rebeldes; sobre todo, en las legiones de monjes que vivían cerca Memphis y de Tebas, en los desiertos de la Libia y en las cercanías del Mar Rojo; que como decía Eterea, ni es rojo ni es mar. Proterio sube a Patriarca de Alejandría. Ecuánime, amante de la paz, se esfuerza por tranquilizar la iglesia, agitada por tantas ambiciones y codicias de hacía medio siglo. Sin ser unitario, predica, defiende e impone la doctrina de las 2 naturalezas. Disgusta a los enemigos de Calcedonia, y rabiosa protesta de los solitarios. Los discípulos de San Antonio eran un peligro para la iglesia y para el imperio; seguían ayunando semanas enteras y rezando noches enteras; pero eran fanáticos, soberbios, agitadores, y muchos de ellos ignorantes; de cuando en cuando aparecían en Alejandría con sus barbas revueltas, rostros demacrados, túnicas rotas, gruesos bastones, provocando alborotos y preocupando a los gobernadores. Todas las noches, cuando los monjes estaban en sus oraciones, un día en las afueras de Alejandría, otro día en otro lugar, aparecía una figura vestida de negro con el capuchón hundido sobre la frente, que con una caña vacía o lanzando agudos gritos que parecían maullidos de gato, decía a los solitarios, llamando a cada uno por su nombre, "despojad a ese maldito, arrojad a Proterio de su sede, elegid a Timoteo el asceta; soy un angel de Dios que vengo a traer el mandato divino". Los monjes se presentaron tumultuosamente en la celda del asceta Timoteo, intimándole las órdenes del cielo. Se rehusó por humildad, pero acabó por ceder en nombre de la paz. Viendo el parecido del ángel con Timoteo, algunos lo llamaban "Timoteo, el gato". Timoteo, resignándose a la voluntad divina, dejó su celda y se dirigió hacia Alejandría, escoltado por el ejército de sus raptores. En el camino se le unieron tropas de sediciosos, maleantes, armadores del puerto, remeros y cargadores. Timoteo entró triunfalmente, y se hizo consagrar por 2 obispos excomulgados. Poniéndose al frente de sus tropas, Timoteo salió en busca del patriarca. Sin poder fugar, se rindió y ofreció su vida por la integridad de la fe. Su cuerpo fue arrastrado, ultrajado y quemado. El gato arañaba, y siguió arañando y mordiendo, hasta que un concilio lo declaró hereje, ambicioso, homicida y alborotador, y un piquete de pretorianos lo llevó esposado.



San Cirilo de Heliópolis. Cuando el emperador Constantino permitió el cristianismo en Roma, los cristianos destruyeron muchas imágenes paganas. Aunque muchos se convirtieron al cristianismo, algunos paganos guardaron el resentimiento hasta que Juliano (el apóstata) ocupó el trono y pudieron vengarse. Juliano proclamó que todos quienes habían destruido templos paganos, debían reconstruirlos o pagar su reconstrucción. San Cirilo era Diácono en Heliópolis (cerca de Líbano) y con la subida de Juliano, los paganos lo mataron desgarrandole el vientre y devorandole el hígado.



San Conón de Naso. Nació en 1139 en Sicilia, Italia. Hijo del Gobernador de la ciudad. De joven ingresó en un monasterio, y después fue transferido a un convento. Después de ser ordenado sacerdote, mostró vocación de ermitaño, y con el permiso de sus superiores, se retiró a una cueva luego nombrada "roca de almo". Su fama de santidad sobrepasó los límites de Naso. Colón peregrinó a Jerusalén, y en su viaje recibió una visión, donde vio a un sacerdote conocido, asfixiado por una serpiente. A su regreso, fue a donde el sacerdote y le contó su visión. El sacerdote le confesó que estaba usando el dinero que juntaba para la iglesia. Conón lo hizo arrepentirse, y le dijo que le diera lo que tenía a los pobres. Regresó a su casa, encontró a sus padres muertos, por lo que distribuyó todos sus bienes, y el legado de sus padres, entre los pobres. De ahí se retiró a la cueva de San Miguel. Falleció santamente el 28 de marzo de 1236 en Naso. En 1571, durante una hambruna, los habitantes de Naso rezaron a Conón, quien apareció en un barco donde trajo grano para los vecinos de Naso, poniendo fin a la hambruna.



Beata Juana Maria de Maillé. Noble terciaria. En la penitencia y caridad, pasó su larga vida realizando una acción religiosa y patriótica en la corte de Carlos VI; y entre los grandes de Francia, para salvar la nación, de las luchas civiles, y de los ingleses. El deseo de la vocación evangélica la impulsó al apostolado y a la penitencia solitaria por los caminos de una despojada pobreza. Nació en 1331. Tuvo una primera visión de la Virgen Maria y del niño Jesús en 1342, y se consagró a honrar la pasión de Cristo. Recibió su educación religiosa de un padre franciscano. En 1347, su tutor la casó. Con su esposo decidieron conservar la castidad, y se dedicaron a socorrer a las víctimas durante la peste negra de 1346 a 1353. Roberto fue capturado por los ingleses, liberado, y murió en 1362. Juana Maria (como en otro tiempo Santa Isabel de Hungría) fue expulsada por la familia de su esposo al enviudar. Juana Maria los perdonó generosamente, y bendijo a Dios en el momento de la prueba. Se retiró a Tours para dedicarse a la oración y a las buenas obras. Hizo voto de perpetua castidad y entró en el hospicio de los enfermos. Obligada a regresar a Tours en 1836 por motivos de salud, se fue a vivir junto a un convento. Murió el 28 de marzo de 1414.



Beato Enrique Susso. Nació en 1296 en Alemania. A los 15 años ingresó al convento de los padres dominicos. El demonio intentó disuadirlo con consideraciones de prudencia, haciéndole ver que su conversión era demasiado rápida, y que no sería capaz de perseverar en el bien. Enrique se dedicó a pedirle a Dios la "sabiduría celestial". Siendo un admirador constante de este regalo celestial, recomendaba a sus discípulos implorar mucho a Dios por ese magnífico don. Tuvo muchas visiones. Se le apareció la Virgen Maria a traerle mensajes celestiales. Sus últimos años se dedicó a dar dirección espiritual a las dominicas, quienes lo consideraban un verdadero hombre de Dios y sumamente acertado. Murió en 1365. Su cuerpo permaneció muchos años incorrupto; pero el templo donde están sus restos pasó a poder de los protestantes, y no se volvió a saber de sus restos.



Beata Renata María Feillatreau. Nació en Francia. Se casó, pero al quedar viuda se consagró al servicio del prójimo, y a difundir la religión católica entre niños y jóvenes de su parroquia. Al estallar la revolución francesa y desencadenarse la persecución contra los católicos, guardó objetos litúrgicos en su casa. Su hogar fue cateado, se le apresó y le ofrecieron salir del catolicismo. Fue acusada de traición, y de proteger a los enemigos de la revolución. Se le condenó a ser guillotinada junto a otros mártires de su época.



Beato Jose Sebastian Pelczar. Nació en Polonia. Desde adolescente escribió en su diario "los ideales de la tierra palidecen al ideal de la vida que veo en el sacrificio, y el ideal de sacrificio en el sacerdocio". Fue ordenado en 1854. Viajó a Roma a doctorarse en Teología y Derecho Canónico. Regresó a Polonia como profesor en el seminario y en la universidad. Llegó a ser rector de la Universidad de Cracovia. Propagó la devoción a la eucaristía y a la virgen Maria. Incansable promotor de obras sociales. En 1893 hizo la profesión en la tercera orden de San Francisco. En 1894 fundó la Congregación de Esclavas del Sagrado Corazón, para difundir la devoción del sagrado corazón, educar a los niños, y atender a los enfermos. En 1899 fue consagrado obispo. Amoroso defensor de indigentes, enfermos, huérfanos, desempleados, obreros y ancianos, para que estos gocen del cuidado y la protección de la Santa Madre Iglesia. Emprendió numerosas obras apostólicas y sociales. Autor de obras teológicas, históricas, libros sobre la ley canónica, devocionarios, cartas pastorales y homilías.



En el santoral del 28 de marzo también recordamos a:
Santos Prisco, Malco y Alejandro de Cesarea, mártires (f. 260).
San Hilarión de Pelecete, hegúmeno (f. s. VIII).
Beato Antonio Patrizi, presbítero (f. c. 1311).
Beato Cristóbal Wharton, presbítero y mártir (f. 1600).



Algunos días hay muy pocos recuerdos; pero en días como hoy, hay muchos más de los que podemos estudiar con facilidad.

Yo también estaba entre la gran mayoría de la población que los ignoraba por comodidad, pero ahora los recuerdo y los comento cuando tengo la oportunidad, dando un ejemplo de aprecio a todo lo que hicieron por nosotros.

Al parecer, el demonio nos prefiere ignorantes y dóciles sirvientes de sus caprichos.