El 15 de marzo recordamos al Beato Artémides Zatti; Santos Luisa de Marillac, Longinos, y Clemente Hofbahuer; y el Beato Juan Adalberto Balicki, entre otros.
Hoy les presento:
- al enfermero que demolieron su hospital y siguió atendiendo en el campo;
- a la directora de Las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul;
- al centurión que atravesó el costado de Jesus en la cruz y se convirtió;
- un redentorista que con su legado convenció a Napoleon de apoyar a su comunidad;
- al profesor de teología que ha intercedido para que las oraciones sean respondidas.
Comencemos...
Beato Artémides Zatti. Nació en 1880 en Italia. Enfermero salesiano que se dedicó 4 décadas a atender a pobres y enfermos en el hospital San José de Viedma en la Patagonia Argentina. Después de la demolición del hospital donde trabajaba, continuó atendiendo junto a otros salesianos médicos y monjas, a enfermos en el campo, donde compartía hasta su cama con los más necesitados. Fue amigo del Beato Ceferino Namuncura, el Santo Indio. Artémides falleció en 1951.
Santa Luisa de Marillac. Nace en París en 1591. Huérfana de madre desde niña, perdió a su padre a los 15 años. Con educación religiosa, quiso ser capuchina, pero su pobre salud no se lo permitía. Se casó, tuvo un hijo y enviudó. Por una visión espiritual, supo que debía ser religiosa bajo la guía de un Director hasta ese entonces desconocido. San Vicente de Paul daba conferencias de caridad para remediar la miseria de la gente del campo, y encontró en Luisa la supervisora y directora que necesitaba para iniciar un noviciado que creció rápidamente hasta convertirse en las "Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul". En 1660 murió Santa Luisa, y San Vicente con 80 años y muy débil falleció meses después.
San Longinos. Por órdenes de Pilatos, Longinos estaba de guardia durante la crucifixión de Jesus, y fue quien le traspasó su costado con una lanza. Longinos se estaba quedando ciego, y una gota de la sangre de Jesus lo curó. Al ver la tormenta y temblor al momento de la muerte de Jesus, se convirtió diciendo "verdaderamente, este era el hijo de Dios". Dejó de ser soldado y fue instruido por los Apóstoles. Fue apresado y el Gobernador ordenó que le saquen a golpes los dientes y que le corten la lengua. Longinos rompió las estatuas de dioses falsos, de donde salió una legión de demonios que poseyeron al Gobernador y sus ayudantes. Longinos le dijo al Gobernador que solo se curaría al matarlo, por lo que fue decapitado. Al sanarse, el Gobernador se arrepintió y se dedicó a hacer buenas obras.
San Clemente Hofbahuer. Nació en 1751. Fue Misionero Redentorista y fundó orfanatos. Cuando Napoleon mando a suprimir la Comunidad Redentorista, fue uno de los perseguidos y encarcelados. Fue liberado, con la condición de que no predicara. Clemente se dedicó al confesionario y los orfanatos. Falleció en 1820. Y en reconocimiento a su labor, Napoleon aprobó la expansión de los redentoristas.
Beato Juan Adalberto Balicki. Nació en 1869 en Polonia. En 1892 fue ordenado sacerdote. Se formó en la Universidad Gregoriana de Roma. En 1897 regresó como Profesor de Teología Dogmática en el Seminario. En 1927 fue Vicerrector del Seminario, y después asumió el rectorado. En 1934 dejó su trabajo por su estado de salud, pero siguió viviendo en el Seminario. En 1948 murió con pulmonía y tuberculosis. Se han reportado oraciones respondidas cuando se le pide a Juan Adalberto que interceda.
En el santoral del 15 de marzo también recordamos a:
San Menigno de Pario, batanero (f. c. 250)
Santa Vicenta de Coria, virgen y mártir (f. 424)
San Zacarías, papa (f. 752)
Santa Leocricia de Córdoba, virgen y mártir (f. 859)
San Sisebuto de Cardeña, abad (f. 1086)
Beato Guillermo Hart, presbítero y mártir (1583)
Es interesante cómo con estas breves historias podemos entender mejor el mundo que hemos heredado de nuestros padres y abuelos.
Con tanta deshumanización en la actualidad, estas historias nos refrescan la memoria histórica de nuestros héroes anónimos, y nos motivan a comprender porque tenemos la tendencia de ayudar ante tanta destrucción.